lunes, 27 de diciembre de 2010

Un mito que comenzó hace 50 años

La primera vez que supe de su existencia fue con su ‘nombre de esclavo’: Cassius Clay. Se referían a él como un personaje que hacía oler a naftalina. La publicidad se encargó de recuperarlo en esa carrera-collage junto a otros deportistas para una marca de ropa deportiva, aunque también ayudó su presencia en los Juegos Olímpicos de Atlanta con la enfermedad del Parkinson a cuestas.

Pero sobre todo empecé a conocer su técnica viendo la herencia recogida por otros púgiles. En un programa que hablaba del arte en el cuadrilátero observé cómo luchaba un argelino que apenas se cubría con los guantes. Era de pies muy rápidos. Un auténtico bailarín.

Aunque definitivamente capté su esencia gracias, cómo no, a su recuperación por parte del fascinante Michael Mann en Ali. Verdad en estado puro.


Se cumplen 50 años de la primera gran victoria de Muhammad Ali y han editado un libro bestial en Taschen. Su técnica rope-a-dope debería estar muy presente en estos días: a veces hay que dejar que el atacante insista hasta que se canse y en ese momento dar el golpe maestro que te de la victoria. También su frase clave:


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Sex: una portada genial

El magazine Granta, en su especial dedicado al sexo, exhibió esta genial portada. Muchos habrán sabido de esta publicación gracias a la selección que realizó hace poco de los mejores narradores jóvenes en español. Tal revista literaria es una de las más interesantes y valoradas del mercado anglosajón, y acapara méritos de pitonisa a la hora de apuntar quiénes son los nuevos valores. Y no lo ha hecho mal: acompañó el nacimiento de talentos como Jonathan Franzen, Lorrie Moore o Sherman Alexie, y se consolidaron los de Richard Ford o Tobias Wolff.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El momento magnético

Puedes recorrer el George Pompidou de París de cabo a rabo y al final te queda un único cuadro en la cabeza: The Deep, de Jackson Pollock. La oscuridad oculta tras los trazos blancos ejerce un efecto magnético que hace que no puedas dejar de mirar, que te detengas ante ese ejercicio abstracto y no ante la profusión de elementos reconocibles de Brueghel el viejo, Velázquez...

domingo, 5 de diciembre de 2010

El universo en una taza de café

La taza de café o té como pasaporte a un estado único: su tíntineo es una de las músicas más celestiales. Hace poco descubrí en Cahiers que en Deux ou trois choses que je sais d'elle, uno de esos experimentos de Jean-Luc Godard - que en estos días se ha convertido en octogenario-, hay una secuencia en la que vemos como el café removido puede formar un pequeño universo en movimiento. En sus espirales te puedes perder definitivamente...



viernes, 3 de diciembre de 2010

Él sí que sabe

-¿Por qué tras una demostración espectacular él siempre tiene que dar la nota?

-Porque es el baterista del circo.

(Me encanta ir al Price)

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Un mal consejo

Empresarios y jefes que te recomiendan leer ¿Quien se ha llevado mi queso?, cuando tú desearías que libros como El príncipe de Maquiavelo no estuvieran sobre sus mesillas...